miércoles, 3 de abril de 2013

Géiser del Tatio, Atacama, Chile



Año 2012. Géiser del Tatio, Atacama, Chile.
Día 3.

Pugnar en el avance.
Seguir todavía.
Más lejos, más alto.
Sin frío, sin hambre.
El pulso guía.
Continuar aún, falta.
Rompe el día al llegar.
Lo más alto, lo más lejos.
Se acabó la distancia.
Estamos, no hay más allá.
El entorno se confunde.
Lo otro nos envuelve.
Respirar sulfuroso.
Atisbo cavernario.
Erupciones.
Surge la sospecha,
inevitable.
Tal vez solo allí
nos es dado ver,
y el resto, nuestro todo,
sea apenas
una niebla
de certezas.


lunes, 11 de marzo de 2013

Laguna de Chaxa, Atacama, Chile



Año 2012. Laguna de Chaxa, Atacama, Chile.
Día 2.

Sentidos sumergidos
en viscosos abismos,
rutina irreflexiva
de medroso desamparo.
El prójimo soslayado
en su íntima cercanía,
la cifra de redención
se torna grafema ilegible.
Pantano infinito
de luminosa ceguera.
Y aún así vive el tibio 
prodigio del tránsito vital,
cuando el capricho del azar
dispone el improbable roce 
de rosas plumas.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Valle de la Luna, Atacama, Chile




Año 2012. Valle de la Luna, Atacama, Chile.
Día 1.

Fascinante arcano de lo extinto.
Huero de raciocinio civil.
Impávido en su noble despojo.
Leguas de lejanía nos remolcan.
Se confronta una desproporción,
un sitio ajeno, un mundo otro.
Pesquisa tenaz por enmarcar
el resto de los días, por indagar
si esa luz en generoso tornasol
existe más allá de quien la ve.
Por el riesgo de cotejar la tal vez
ilusoria desavenencia entre
un tímido soplo y esa mole mineral.

lunes, 4 de marzo de 2013

Valle de la Muerte, Atacama, Chile


Año 2012. Valle de la Muerte, Atacama, Chile.
Día 1.

Tropiezo de métrica temeraria.
Doblega la inmensidad sin borde.
Una tierra cae de su periferia.
Reverencia de arena voluptuosa.
Adiestrarse en desmesura,
nueva y propia.
Se calibra en perfecto plomo,
el colosal desamparo del sol.
Puertas como visiones,
sendas desde su espejo.
Sólo resta el desliz de dejarse ir.