lunes, 4 de junio de 2012

Tandil, Buenos Aires, Argentina




Año 2008. Tandil, Buenos Aires, Argentina.

El burro acecha.
Terco. Aguarda. Paciente.
Creemos poder manejarlo. Creemos tenerlo controlado.
Nos ilusionamos en la idea de confinarlo. Domado y maniatado.
En un punto, nos desentendemos de él. Lo olvidamos.
Pero siempre cargamos con nuestro burro. Somos su alimento, su sustancia.
Y ante el espejo, si miramos bien, allí sigue. Acechando, el burro.

1 comentario:

  1. Foto buenísima y el burro con cara de aquí me quedo siempre al lado tuyo, completa el texto. Esta vez un toque de humor para no decir burradas.

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