domingo, 20 de mayo de 2012

Ciudad de Buenos Aires, Argentina




Año 2009. Parque de los niños, Ciudad de Buenos Aires, Argentina.

Tiempo de ser padre.
Movimiento constante, en la velocidad y en la quietud.
Ruido de la alegría, del llanto, de la unión y del enojo.
Música y festejo, silencio y reproche en un grano de tiempo compartido.
El arrebato del día contra la sabiduría del transcurrir.
Tener lo imposible en lo cotidiano, de tan cercano invisible.
Arrobarse con solo dar un paso y contemplar el cuadro.
Procedimiento donde se troca lo uno por lo infinito.
Abismarse.
Seguir a oscuras pero de la mano.
Un fin, el único fin. Sólo continuar.

6 comentarios:

  1. Me encantó. La imagen es el paisaje más lindo del mundo, y el territorio - ese enorme territorio que es la paternidad - tan amorosamente relatado.

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    1. Se agradece la lectura detenida y atenta que completa el texto.

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  2. Ya conocía la foto y ahora con el texto la imagen y su perspectiva se disparan. Ser padre, el día a día, los pies sobre la tierra, el infinito, el hilo del continuar. Hermoso.

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  3. Divina!Increíble todo lo que narra... me encanta el blog, emociona, voy de a poquito.

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    1. Laura, gracias por el comentario.
      También de a poco, busco abrir pequeñas ventanas que recortan un inmenso paisaje de tiempo.

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