Bicho peludo de bostezos remilgados.
Volumétrica masa en profundo sosiego.
Abre un ojo, lo cierra. Al rato, tuerce un ápice la cabeza.
El puerto, un mero tablado para su melena.
De pronto, en un rapto, se yergue ufano, casi diciendo:
“Sí, señores, un regio mamífero pinnípedo de la familia de
los otáridos”
Éxtasis fotográfico, embeleso de turista.
Satisfecho con su rugido de diva contrariada,
retoma su gorgoreo ahogado de vaporosa mudez,
mantra introductorio de otra siesta zen.
que linda carita!... tiene una expresion tan "humana"...
ResponderEliminarMás humano que unos cuantos!
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